Nacho, en trayectoria de ‘One Club Man’
One Club Man, jugador de un solo club, uno más de los bonitos conceptos del viejo y querido fútbol inglés. La expresión era conocida aquí desde tiempo atrás, pero la ha consolidado el Athletic desde que hace unos años lo estableció como premio a jugadores que se retiran donde empezaron, algo menos frecuente de lo que podría pensarse. Roncero sólo tiene como tales a Zárraga, Camacho, Chendo y Sanchís hijo. Ha habido casos discutibles, Grosso y Del Bosque, que siempre pertenecieron al Madrid y se retiraron en él, pero vivieron cesiones fuera; en el Atlético unos meses Grosso, en el Córdoba y el Castellón, Del Bosque.
Hablamos, claro, del tiempo moderno. Antes de la Guerra tuvo que haber bastantes. Quizá Bernabéu que, aunque unos meses rompió con el Madrid y se hizo socio del Atlético, no me consta que jugara allí. Monjardín sí fue, creo, un One Club Man ‘avant la lettre’. Ahora apunta a ello Nacho, felizmente renovado. Llegó al Madrid aún niño, recorrió la cantera, debutó en Valencia con Mourinho en la 10-11 y subió al primer equipo en la 12-13. Rara vez titular, siempre listo para cubrir cualquiera de los puestos de la defensa con tal eficacia que ha sido llamado a la Selección con alguna frecuencia. Ayer mismo, por lesión de David García.
Y celebro que en la plantilla haya cantera. De años acá el único titular permanente ha sido Carvajal, a lo que se han sumado las aportaciones apreciables de Lucas Vázquez y Nacho. Muy poco. El Madrid argumenta que le produce ingresos y es verdad, porque en diez años ha vendido canteranos por valor de 380 millones. Cada año invierte 25, así que el beneficio anual sería de 13. No hay negocio que dé esa rentabilidad, cierto, pero más beneficio da la cantera si te cubre el macizo de la plantilla y te ahorra fichajes azarosos. Veo al Barça sobrenadar su ruina gracias a Araújo, Balde, Gavi, Pedri y Ansu Fati y pienso que eso sí que es rentabilidad.