Mundial 2030: España, el sueño que une a todos
Ni siquiera los baches, las piedras de la vergüenza que nos dejó el bochorno de Sídney en el fútbol español, han hecho descarrilar el tren del Mundial 2030 en el que viajaban España, Portugal y Marruecos. El sueño se ha cumplido, cuando queramos darnos cuenta estaremos disfrutando de ese partido inaugural que en la tarde de este miércoles 4 de octubre ha viajado de Montevideo a Buenos Aires, de Lisboa a Madrid. Habrá tiempo para detallar las hechuras de esa Copa del Mundo que supone, sin lugar a dudas, el mejor espaldarazo para nuestra Marca España. Orgullo de país.
Una vez que Arabia Saudí se retiró de la carrera, la Candidatura Ibérica se erigió en la única con visos de realidad, por más que la apuesta defendida por la CONMEBOL, con Argentina, Paraguay, Chile y Uruguay como puntos cardinales, disfrutara del romanticismo de los cien años que en 2030 se cumplirán de la primera Copa del Mundo en tierras uruguayas.
Hablamos de fútbol, sí, pero también de riqueza, con más de 10.000 millones de ingresos para nuestro país. Esas eran las previsiones del Gobierno español, que descansaban en el Real Decreto 1034/2022 de 20 de diciembre de 2022. Por entonces, Pedro Sánchez era el presidente del Gobierno (actualmente lo es en funciones) y Luis Rubiales dirigía la RFEF con viento a favor pese a las numerosas sombras de irregularidades. Todos debemos felicitarnos por este éxito. Hace 41 años, Naranjito nos dibujó un Mundial en una España que aún se vivía en blanco y negro. Ahora, la Copa del Mundo de 2030 debe servir para unir a nuestro deporte y, algo que es mucho más importante, para unir a España con Portugal y Marruecos, más vecinos que nunca en este mundo extraordinariamente globalizado. Hay que empezar a trabajar ya, sin descanso, desde mañana por la mañana, que ya se ocuparán los Assane, Pedri, Lamine Yamal, Nico Williams, Gabri Veiga o Javi Guerra de hacernos disfrutar con el balón en los pies.