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El Barça se dejó la puerta de La Liga entreabierta la semana pasada en Almería, pero el Madrid no ha aprovechado la situación para meter presión. Nueve puntos se antoja una gran ventaja, con el único salvavidas de ganar el Clásico para tener opciones. Lo que está claro es que el Real Madrid lleva peleado con la inspiración y con el gol desde Anfield. Diferentes escenarios: equipos cerrados, partidos abiertos…Y en cualquier caso, cuesta encontrar la contundencia.

Ataques algo previsibles contra bloques organizados y falta de puntería cuando se puede correr, situación en la que el equipo sigue estando muy cómodo. Falta algo más de participación de los laterales en el último tercio y, sobre todo, mejor ocupación y más agresividad dentro del área. Hay muy poca sorpresa en este apartado y, o la jugada es perfecta y conectan los de siempre en acciones precisas, o no se genera casi nada. La ocupación del área ya era un problema la temporada pasada, situación subsanada por un Benzema en estado celestial. Ahora toca repartir las responsabilidades ofensivas entre todos para salir de la sequía.