Moleiro asegura la sucesión de Viera

Impacto instantáneo

Hay equipos hechos para un tipo de jugador y jugadores idóneos para un equipo. La confluencia de ambas realidades a veces no es sencilla, pero cuando se da ofrece lo mejor del fútbol. Jonathan Viera no sería lo que es sin Las Palmas; al revés, lo mismo. Ahora que se barrunta un triste final, inmerecido seguramente para ambas partes, conviene reivindicar la filosofía futbolística de ambos y el potencial que han desarrollado de la mano. Lo que es seguro, se vaya o no Viera, es que la idea en Las Palmas no va a cambiar. Jugadores como Alberto Moleiro (20 años), llamado a todo, aseguran el testigo. El joven futbolista dejó ver en unos pocos minutos en su debut en Primera todas las virtudes que lleva dentro. Recuperado de la lesión, aumentó el ritmo amarillo, a veces algo cansino con la pelota, y confirmó su influencia con sus conducciones, regates y entendimiento del juego. Sumó 14 toques, sin fallo en el pase, forzó la expulsión de Óscar Valentín y generó una buena ocasión para su equipo. “Es muy bueno como ya sabéis”, sintetizó García Pimienta en una frase sencilla que recoge la magnitud de Moleiro.

Figura clave

Que Jon Guridi (28 años) no terminara de encontrar un lugar en la Real Sociedad solo habla bien del talento acumulado del equipo realista, porque del futbolista de Azpeitia no hay espacio para la duda. Se ha erigido en estas dos últimas temporadas en la figura más importante del Alavés y ante el Villarreal protagonizó un recital notable en todos los frentes del juego. Además de la asistencia genial que brindó a Samu, imperial también ante el bloque de Pacheta, generó superioridades continuas con sus caídas a la banda, hizo un trabajo infatigable en la marca de Parejo y tuvo el depósito físico para llegar a zonas de remate. Pero por encima de todo destacó en la creación, donde fue capaz de generar hasta cuatro ocasiones de gol. Toda la intención del juego del Alavés, sin impureza alguna, pasó por sus botas.

Duelo de extremos

El fútbol del Girona es inagotable y su credibilidad sube como la espuma. La mayúscula remontada ante el Almería fue otro capítulo más del camino de ensueño de los de Míchel, que no solo ganan, sino que brillan. Los 22 pases seguidos que dieron en el gol de Savinho ponen de contexto su calidad y cómo interiorizan lo que tienen que hacer en el campo. Es cierto que el Almería, por más que algunas pinceladas del estreno en el banquillo de Garitano resultaran positivas, no fue un rival fiable. El mal de toda la campaña. Ya ha encajado 29 goles, cifras que no se veían desde el Elche en 1962.

Por los aires

Al fútbol se juega con los pies, pero también con la cabeza. Que se lo digan al Getafe, líder en las cinco grandes ligas europeas, junto al Union Berlin, en goles con la testa. Son ocho tantos ya este curso de los 13 que lleva en total. Ante el Betis volvió a marcar de esta suerte, esta vez a través de Mayoral, que halló en el centro de Diego Rico un regalo. Es el octavo jugador azulón que golea de cabeza después de hacerlo Latasa (en dos ocasiones), Carmona, Mitrovic, Maksimovic, Aleñá y Gastón Álvarez. El balón parado y los centros laterales son mantras más que rentables para la hoja de estilo de Bordalás.

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