Modric es el espejo de Peter Pan

Como los buenos vinos reserva, hay futbolistas que consiguen mejorar sus capacidades y sus prestaciones a medida que pasan los años. Ya se sabe una máxima aceptada por el gremio y es que a partir de los 30 cada temporada hay que intentar pesar un kilo menos. La profesionalidad y el sentido de la responsabilidad hacen el resto para prolongar sus carreras sin fecha de caducidad en la hoja de ruta. Es el caso de Luka Modric. En la antesala de los 38 años (los cumplirá el 9 de septiembre) sigue cuidándose con el entusiasmo de un juvenil y ha aprendido a trazar nuevos retos y desafíos para retroalimentar un espíritu competitivo al alcance de poquísimos jugadores en el actual Star System.

A estas alturas de la vida, el croata podría disfrutar de su mes entero de vacaciones dejándose llevar y regresar totalmente descansado y limpiando de su cabeza la palabra fútbol. Pero entonces no sería Luka Modric. Un irreductible apasionado por la pelota que se aferra al sueño de seguir disfrutando de este bendito deporte luchando por una nueva Champions, una nueva Liga, una nueva Copa del Rey, una nueva Supercopa de España y una Eurocopa con su amada Croacia. Cinco títulos que aparecen en su horizonte y no duden de que luchará por ganarlos todos. El genio de Zadar es el espejo de Peter Pan. En su País de Nunca Jamás todo sigue siendo posible...