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9 de 9.- Las fases de grupos de Champions son como la visita al dentista. Te tienes que comer desplazamientos incómodos ante rivales que convierten el partido con el rey de Europa en el suceso de sus vidas. Encima, durante todo el día llovió en Braga como si no hubiera mañana. Y los 1.500 aficionados madridistas que desafiaron una jornada tan desapacible para animar a su equipo no pudieron disfrutar de verdad hasta el minuto 40 por unos accesos a la grada tercermundistas. Partido trampa con más espinas que rosas y mucho que perder en caso de gatillazo. Pero cuando tienes a futbolistas como Vinicius (dos asistencias y un increíble gol anulado), Rodrygo (¡por fin!) y Bellingham (golazo de billar del hombre de moda) al final es más fácil conseguir el objetivo. A cuatro días del Clásico se trataba de asegurar el 70% de la clasificación para octavos (ganando en el Bernabéu al Braga dentro de dos semanas se habrá consumado) y de no tener lesionados. Por fortuna, parece que lo de Jude es sólo un susto.

Braga.- Es una ciudad muy coqueta del norte de Portugal, tiene un estadio diferente a todos los que hay en la Champions y posee un proyecto futbolístico más que interesante. El grupo de Artur Jorge dio guerra hasta el final y plantó cara al equipo de las 14 Copas de Europa. Nunca se rindieron. Y en la recta final mostraron un fútbol más bonito y trenzado que las empinadas escaleras barrocas del santuario de Bom Jesus do Monte (salvan un desnivel de 116 metros), una de las joyas patrimoniales y arquitectónicas de Braga. Le auguro a este equipo larga vida en las competiciones europeas, aunque le falta cuajo para pensar en títulos.

El ketchup de Rodrygo.- Irrumpió el verdugo del City de hace dos temporadas, con un doblete que se encuentra en el Hall of Fame de la historia del club. Rodrygo llevaba dos meses sin ver puerta, pero por fin en Braga rompió el maleficio con un gol de nueve puro tras pase medido de su amigo Vini. Ya saben la reflexión de Van Nistelrooy: “Sufres una mala racha, pero cuando metes un gol es como el ketchup, una vez que desatascas el bote ya no para de salir”. ‘Rodry’ ahora podrá serenarse, sabiendo además que en Champions suma 16 goles, igualando a Roberto Carlos (presente en el palco) y al propio Vini, además de superar los 15 de la leyenda Ronaldo Nazario. El ‘11′ volverá a ser el que era a partir de ahora. No lo duden.

Vini y Jude.- ¡Qué sociedad ilimitada! Artistas con balón y sin él. Dos genios andan sueltos. La acción que dio pie al 0-2 dejó helados y mudos a los 30.000 bracarenses que llenaban las gradas laterales de este estadio excavado en la roca. El inglés ya suma 11 goles y ha marcado en todos los partidos de Champions, como hizo Karembeu en su arranque en 1997 (¡luego se ganó la Séptima!). Y no se puede anular el golazo de Vini, era el 1-3, por un fuera de juego por una micra. Van a desvirtuar el fútbol puro con estas decisiones. Ya no me convence ni el fuera de juego tecnológico.

Lanzados.- Este importante triunfo va por mis amigos Fede, Santi, Javi, Carmelo, Sanjurjo, Julián ‘El Churri’, Paquito Navacerrada, Alfonso Moreno, José Luis Peinado y Pedro García (no me olvido de su hijo y de su nieto, que juega en el Juvenil B del Rayo). Como cantaría Amaral, ‘Son mis amigos’. Todos ellos compartieron un cocido de Champions en el bar de Toñín ‘El Torero’ horas antes del match. Sabían que no iba a ser fácil, pero brindaron por seguir firmes en la ruta hacia la soñada 15. Ya sé que no está el Madrid en las casas de apuestas (City, Bayern o PSG están por delante), pero este equipo mitológico lleva años burlándose de los profetas. Europa nos espera.

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