“Mi querido ‘Principito’, te escribo esta carta para felicitarte por tu entrega, tu profesionalismo y juego en este Mundial”. Son algunas de las palabras de Andrés Guardado, dedicadas a sí mismo, en una carta entregada antes del Mundial de Qatar a la cadena estadounidense ‘ESPN’. El primer Cinco Copas mexicano (y primero en el mundo), Antonio ‘La Tota’ Carbajal, debutó en la versión mexicana del Oviedo y fue vendido al Real Club España a cambio de once balones. Después de Rafa Márquez, la Copa de Qatar le dio a México otros dos Penta Mundiales: Guillermo Ochoa, conocido por sus grandes atajadas en este tipo de eventos, pero que no logró destacar en el fútbol europeo, y Andrés Guardado, con más de 500 partidos disputados en Europa.

Guardado emigró al balompié europeo en 2007 con un par de maletas, una zurda educada en el Atlas y un corazón de guerrero. Andrés tuvo su primera experiencia mundialista en los octavos de Alemania en 2006, precisamente ante Argentina, partido del que, por cierto, tuvo que salir debido a una lesión en el minuto 66. El destino quiso que la historia se repitiera en su aparición final. Al abandonar el terreno de juego, Lionel Scaloni se acercó al Principito para tocarle la cabeza y la espalda, igual que lo hubiésemos querido hacer millones de compatriotas.