Medio milagro en Fuorigrotta

Llegar vivos a la vuelta era el único objetivo posible para un Nápoles que se había acercado en condiciones absurdas al partido más importante de su temporada. Haberlo conseguido y, además, haber cerrado el encuentro con opciones de ganar, es un medio milagro. Tras 20′ de enorme sufrimiento, los azzurri comenzaron a mostrar algunas de las ideas que tiene Calzona, cuya primera virtud ya salió a la luz: la valentía.

Para llegar y quitar a Kvara, aunque estaba viviendo una noche gris, hace falta carácter. Y el míster lo tiene. Luego está Osimhen. Sus primeros 75′ han demostrado que, como comentaban desde Castel Volturno, la Copa de África le ha pasado factura. Su versión apagada y cansada, sin embargo, fue suficiente para aprovechar el único balón limpio que tuvo en el área. Así hacen los grandes, y Victor lo es.