Mbappé: el Tío Gilito o Balón de Oro
Mbappé ya es mayorcito para decidir si quiere convertirse realmente en el futbolista más respetado y admirado del planeta.
Hace tiempo que Mbappé tiene la sartén por el mango para elegir destino, pero desde el 1 de enero el camino se le allana aún más. El Madrid y el entorno del futbolista llevan un tiempo sin airear detalles de la situación, por lo que el morbo y la expectación van a crecer inevitablemente día a día hasta que se atisbe una solución al culebrón más aburrido del fútbol desde hace varias temporadas. El francés es cada vez más rico y su familia también, pero la sensación generalizada es que su carrera necesita un cambio radical para evitar un estancamiento que podría ser definitivo.
Kylian y sus representantes legales han logrado lo imposible: que uno de los mejores jugadores del momento no sea demasiado querido en ningún sitio. En París recelan de sus coqueteos continuos con el Real Madrid y una gran parte de la afición madridista le ha cogido mezcla de ojeriza y pereza por no haber puesto toda la carne en el asador para estar ya a las órdenes de Ancelotti. Difícil hacerlo peor.
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En este nuevo capítulo de esta extraña partida de ajedrez el Real Madrid, que sigue teniendo la pasta preparada, mantiene una postura lógicamente prudente conociendo al personaje y su entorno. Florentino Pérez no se puede permitir un nuevo tropezón y tiene la mosca detrás de la oreja. Mbappé ya es mayorcito para decidir si quiere seguir siendo el Tío Gilito o si quiere convertirse realmente en el futbolista más respetado y admirado del planeta. Y eso, no nos engañemos, sería más sencillo de conseguir vestido con la camiseta blanca que en un PSG cada vez más intrascendente y en segundo plano.
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