Mbappé acelera hacia el Pichichi
La visita al Valladolid deja al Madrid muy cómodo, más asentado en el liderato gracias a una victoria fácil reforzada por el pinchazo previo del Atlético, un acicate que resultó innecesario. Esta vez a Simeone le faltó el gol en ‘Zona Cesarini’, que ya estábamos tentados de renombrar como ‘Zona Simeone’ por la cantidad de goles conseguidos esta temporada por el Atlético en la cola de los partidos, que ya alcanza la docena. No se dio ante el Villarreal, un equipo duro de pelar, y la consecuencia es que el Madrid se va ya a cuatro puntos. Una distancia que aún no dice demasiado, aunque sí bastante, a dos partidos del derbi.
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El partido del Nuevo Zorrilla empezó con susto para el Madrid, en un córner muy bien cabeceado por Torres al que dio la réplica Courtois con un paradón. Pero el Valladolid no estaba para más alegrías. Ceballos, que por primera vez está teniendo un papel continuado y útil en el Madrid, llevó la manija del juego empujando discretamente al equipo hacia arriba. El dominio permanente, aunque abusivo, fue produciendo uno tras otro los tres goles de Mbappé, su primer ‘hat trick’ como madridista. Sus goles llegaron como fruto de una especie de un impulso constante e inexorable, algo así como la marea que va tomando una playa.
Mbappé ya está claramente fuera de sospecha. Juega feliz, seguro y tranquilo, diría que incluso con una serenidad que echo en falta en Bellingham, que afea sus exquisitas devoluciones de pared y su continuo fluir de buen juego con una innecesaria tendencia a participar de cualquier bronca. La buena noche del Madrid se completó con unos minutos más de Alaba, todavía un convaleciente, pero ya con permiso para comer un menú normal y dar largos paseos por el pasillo. El alta real, la recuperación de la titularidad, se va acercando. Del Valladolid sólo se puede decir que, por desgracia, Ronaldo lo tiene descarrilado.




