Más Superliga que otra cosa

Acuerdo, por fin. Una de las mesas principales en la recepción de bienvenida del nuevo Mundial de Clubes, en Miami, la ocupaba Al Khelaïfi (PSG). También andaban por allí Jan-Christian Dreesen (Bayern) y Miguel Ángel Gil Marín (Atlético). Es decir, la flor y nata actual de la Asociación de Clubes Europeos (ECA) y el brazo armado, a nivel de entidades, de UEFA. Finalmente, el revolucionario invento de Infantino y FIFA sale adelante. Ya hay grupos y fechas. Todos entran por el aro, a pesar de sus quejas por el calendario y por el retorno económico.

DAZN y no Apple. No ha sido fácil. Dos semanas antes de la celebración del sorteo, aún había muchas cosas en el aire. Los principales clubes no sabían las ganancias exactas por jugar el Mundial, que se incrustará cada cuatro años al término de la temporada. La solución la salvó el acuerdo FIFA-DAZN. Aportará alrededor de 1.000 millones por la venta de los derechos televisivos a escala mundial. Puede parecer mucho, pero es menos de lo que hubiera sacado FIFA por acuerdos troceados por país y, desde luego, menos de lo que intuía que podía rascar a Apple, fuera de la mesa a última hora cuando siempre fue la gran favorita. La principal novedad del trato es que DAZN ofrecerá el torneo de forma gratuita en todo el mundo. Fútbol gratis, sí. ¿Les suena?

Sin la UEFA. Efectivamente, la idea es la misma con la que sorprendió la Superliga cuando irrumpió en el tablero europeo. Así lo recordó en redes A22, su promotora, nada más anunciarse los planes de FIFA. En realidad, todo en Infantino tiene más aroma a Superliga que a UEFA. De hecho, Ceferin siempre dudó del nuevo Mundial de Clubes porque al final va a ser lo que parecía: una Champions encubierta. Si, como se supone, los equipos europeos avanzan en sus grupos, las eliminatorias por el título serán fundamentalmente entre ellos. Es decir, dinero que ingresará FIFA y que en realidad, en el actual modelo, pertenecería a UEFA. Es otra Champions.

Hoy descubrimos a... Christian Ordóñez (2004). Vélez está a tres partidos de un doblete histórico en Argentina. Nada de esto sería posible sin su excelente camada de jóvenes, caso de Valentín Gómez, el lesionado de gravedad Thiago Fernández o su mediocento Christian Ordóñez, brillante toda la temporada. Con carácter, fuerza y una buena dosis de calidad, ha sido el alma de El Fortín y promete serlo en clubes más importantes. Europa le vigila porque ha sabido liderar a un equipo campeón. Eso es mucho.

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