Márquez pone el Mundial a mil
Marc Márquez dejó muy buenas sensaciones en su regreso al Mundial. Y eso que la historia acabó mal, con una caída a dos vueltas del final que sumó su quinto cero en el Campeonato. Aun así, el regusto de su actuación es dulce, como ha reconocido el propio piloto. Hasta ese frustrante momento, Marc había puesto su sello durante todo el fin de semana: segundo en la Clasificación, quinto en la Sprint, brillante salida en la carrera larga… Quien tuvo, retuvo. Y aunque el físico todavía no acompaña al cien por cien, y mucho menos la Honda, a pesar de sus últimas evoluciones, Márquez tiró de clase para codearse con los mejores de la parrilla de MotoGP.
Cuando rodó por el suelo, el ocho veces campeón mundial peleaba con Jorge Martín por la segunda plaza, en una permuta infinita de vibrantes adelantamientos entre ambos. Marc hizo frente a la Ducati de Martinator, pero con la diferencia de que él tenía que llevar su montura al límite para aguantar el pulso ante una moto más poderosa. Y eso fue lo que terminó con este igualado y espectacular mano a mano, que aupó a Martín al segundo peldaño del podio, justo un día después de imponerse en la carrera corta. Ha sido un gran premio de mucho mérito para el piloto madrileño, que ocupa la cuarta plaza del Mundial, con unos interesantes 80 puntos.
Al frente continúa Pecco Bagnaia, pero con el aliento en el cogote del vencedor en Le Mans, su compatriota Marco Bezzecchi, a un solo punto. Bagnaia sumó su segundo abandono en esta edición, y Bezzecchi, su segunda victoria. El Mundial es, de momento, un duelo a la italiana. Con Brad Binder y Jorge Martín, al acecho. El GP de Francia, que redondeaba el número 1.000 en el Mundial de motociclismo, ha estrechado la lucha, tras una carrera en la que pasaron muchas cosas. Con Marc Márquez en pista, suele ocurrir. Luego, puede ganar o no. Incluso, puede acabar o no. Pero la emoción está asegurada.