Marciniak, ¡te hemos pillado!
El árbitro polaco validó en la final del Mundial de Qatar un penalti de Messi que le golpeó en su pie de apoyo.
Nadie se pone de acuerdo en lo que sucedió en el lanzamiento del penalti de Julián Alvarez. Los árbitros no se aclaran, la UEFA no dice esta boca es mía, no ofrece ni una imagen que saque de dudas a nadie, está más en entredicho que nunca... y Marciniak vuelve a salir al rescate del Real Madrid. Que el organismo europeo no tiene ninguna credibilidad es obvio. Cada vez menos. Al himno de la Champions la pitan en casi todos los estadios. Pero tras lo sucedido en el Metropolitano queda muy mal parada. Una decisión sobre la que nadie se pone de acuerdo viéndola muchas veces, se decidió... en unos segundos. Marciniak lo despachó muy rápido. Demasiado rápido.
El mismo Marciniak que no tuvo inconveniente en conceder un penalti (el 1-0 de Argentina sobre Francia) marcado por Messi en la final del Mundial de Qatar de 2022 que en el momento de lanzar la pena máxima con la pierna izquierda, el balón golpea en su pie derecho de apoyo como se puede ver en las redes sociales. Imágenes están a disposición de los que tienen dudas, de los madridistas y del propio árbitro polaco para que vea como ante la misma situación ha sido capaz de tomar dos decisiones contrapuestas. Saquen ustedes conclusiones.
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Por eso, que el Real Madrid se queje de los árbitros es de risa. De ciencia-ficción. La prensa mundial alucina con lo que pasó en el Metropolitano. No da crédito. ¿Se imaginan esa acción en el Bernabéu y con un jugador del Real Madrid como protagonista? Imposible. Por último, que conste en acta las provocaciones de Vinicius, Rüdiger y Courtois a la afición del Atlético tras vencer en la tanda de penaltis. ¿Saldrá algún político a recriminar estas actitudes... que luego pueden provocar problemas importantes? Quizá Uribes. O la ministra Pilar Alegría. Los que salieron corriendo a desacreditar a toda una afición como es la del Atlético. La gente tuvo un comportamiento excelente. Pero el Real Madrid, ese club del señorío que tanto nos vendieron, a través de algunos de sus jugadores, no supo comportarse de la misma manera. Lo dicho, la vida sigue igual. La UEFA a lo suyo, el Real Madrid gana qué más da cómo, y la afición del Atlético disfruta sabiendo que la felicidad se alcanza por lo que se es y no por lo que se tiene.
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