Mahomes consolida el relevo
La Super Bowl es uno de los eventos deportivos internacionales más importantes del año. Perdón por la obviedad. Cada año, los crecientes seguidores del fútbol americano, un deporte en evidente expansión, se añaden a un nutrido grupo de seguidores ocasionales para participar en una fiesta global. Desde la perspectiva meramente deportiva, la 57ª edición se presentaba como la primera después de la retirada del legendario Tom Brady, siete veces campeón, récord galáctico. El año pasado también fue así, pero entonces el GOAT incumplió su palabra y regresó a la competición, para regocijo del buen aficionado. Esta vez su adiós parece definitivo, aunque algunas voces aún lo ponen en duda. Veremos… En ese vacío, otro quarterback llamaba a la puerta de la sucesión: Patrick Mahomes. Y no se amilanó ante tan elevada responsabilidad. El texano condujo a los Kansas City Chiefs a su tercera corona en la NFL frente a un equipo, Philadelphia Eagles, que como bloque partía un peldaño por encima en los pronósticos.
Mahomes suma así, a los 27 años, el segundo anillo de su carrera y su segundo MVP en la final, en la misma campaña que había sido designado MVP de la liga regular. Estos números comienzan ya a situarle a la altura de iconos como Peyton Manning, Joe Montana y el propio Brady. Nada más y nada menos. Todo apunta a que el mariscal de los Chiefs se va a convertir en un jugador de época, en el sucesor… Pudo ganar un tercer anillo, pero en 2021 se cruzó con Tom Brady, que a sus 43 años todavía tenía carrete para plasmar otra gesta. El maestro dio la última lección a un aventajado alumno, que en cinco cursos como titular suma dos títulos. Si se retirara mañana, ya lo haría como un histórico del fútbol americano, pero aún le queda un mundo por delante. En el adiós de Brady, Mahomes consolida el relevo. Hay vida después del rey.