Lunin se disfraza de Courtois

El portero ucraniano se marcó la mejor actuación de su vida en la competición fetiche del escudo que defiende. Desde la noche antológica de Courtois en la final de París ante el Liverpool, ningún cancerbero del Madrid había hecho tantas paradas en un choque de máxima competición continental. Cuando peor pintaba la cosa, Lunin se marcó un par de paradas fantásticas y fue valiente para salir por arriba a cualquier pelota que llevara peligro. Después de las dudas de Ancelotti para decidirse por un portero titular definitivo, el ucraniano se ha ganado en el césped a ser fijo en el once hasta que acabe la temporada. Ha superado la desconfianza que generaba en el cuerpo técnico a base de trabajo y profesionalidad. Aceptó con naturalidad el reto de pelear por un puesto con Kepa y ha salido triunfador en el envite. Su actuación en Alemania ha sido el fruto de un trabajo bien hecho, el premio a la paciencia sin torcer el gesto y la confirmación de que el debate en la portería se ha cerrado de manera definitiva hasta nueva orden. Lunin se ha agarrado con fuerza y calidad a la oportunidad de su vida y el Madrid se ha encontrado con un portero que, probablemente, no esperaba.