Lunin no quiere rendirse

Lunin sufrió el curso pasado un tobogán de emociones difícilmente soportable para alguien que no tenga muy claras sus prioridades y sus cualidades. De tercer portero, señalado equivocadamente en público por su entrenador, pasó a héroe de la Champions con actuaciones estelares y terminó un año de locos con un error garrafal en la Eurocopa que desilusionó a todo un país. Una temporada con guión de película. Cuando parecía que su cabeza estaba más fuera que dentro del Madrid, el ucraniano ha decidido dar un paso al frente, recortar sus vacaciones e intentar volver a ponérselo difícil a Carletto. La misión es complicada porque Courtois ha recuperado el nivel de número 1, pero Lunin ha mandado el mensaje de que está preparado para mantener el nivel en la portería más exigente del mundo.

De no contar con la confianza del cuerpo técnico ni de la afición, ha pasado a ser considerado un tipo fiable preparado para afrontar con garantías cualquier batalla deportiva. Y hay que ser muy bueno y muy fuerte para revertir una situación tan desfavorable. Andriy es consciente de su rol en la plantilla pero ha decidido asumir el riesgo para seguir creciendo. Y si al final la cosa sale cruz y no juega nada, les habrá demostrado a todos los equipos del mundo que tiene la calidad y la personalidad suficientes como para ser titular en equipos de la máxima exigencia.

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