Louzán le ofrece la paz a Uribes
El cisma en la Federación (RFEF) puede terminar hoy si el presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD) acepta la paz que le va a ofrecer el presidente electo, Rafael Louzán. La FIFA ha confirmado que el Mundial 2030 se celebrará mayormente en España, pero aún está en disputa el estadio de la final para el que puja con fuerza Marruecos. También está en juego que Valencia, la ciudad en la que nación José Manuel Rodríguez Uribes, sea recuperada como sede. Esto son sólo dos ejemplos de que conviene que Gobierno y RFEF templen gaitas. Uribes tendrá que tragarse un sapo, pero es culpa suya más que de nadie por no cambiar la Ley del Deporte cuando fue ministro del ramo, ni tampoco ofrecer solución cuando fue rebajado al grado de secretario de Estado, precisamente por no arreglar este tema cuando mandaba.
El sapo de Uribes es consentir con un presidente de la RFEF condenado (no en firme) por prevaricación. A primeros de febrero nos sacará de dudas el tribunal Supremo, pero mientras eso llega hay que navegar en el mismo barco y son dos meses aprovechables para que tanto Uribes como Louzán busquen un punto de entendimiento. Si luego la Ley falla contra el presidente electo hoy en Las Rozas pues habrá que empezar de nuevo. La RFEF tendrá otro presidente salido del grupo de 19 barones territoriales que manejan el cotarro, y eso será otra vez responsabilidad de Rodríguez Uribes. Sinceramente, creo que el presidente del CSD, que ya se cargó a Pedro Rocha, debería cambiar de estrategia y buscar soluciones. Porque, de los que quedan, Louzán es de lo mejorcito...
Otra vía que no descarto es que el Gobierno, harto del follón y con el peligro de que Casablanca le quite la final del Mundial a Madrid porque aquí estamos siempre de bronca, decida relevar a Rodríguez Uribes. Desde luego, si se enroca y mantiene esa actitud beligerante que no conduce a nada porque sabe que siempre mandará en la RFEF un barón territorial, no descartó esa opción. Tampoco se vio venir algo así con Irene Lozano y ahora está en la Casa Árabe... Pedro Sánchez lleva cinco secretarios de Estado para el Deporte en cinco años. Siempre se lo recuerdan, y con razón. El presidente debería preguntarse si eso es consecuencia del perfil que ha elegido en los últimos tiempos, el de los ‘culturetas’, dicho sea sin ánimo de ofender, que prefieren ir al Teatro Real que al Bernabéu. Lo pensé este verano el día que falleció Javier Gómez Navarro, histórico del PSOE que lideró el CSD durante los años más brillantes del Deporte español. A Javier le gustaba más el fútbol que la ópera. Pues eso.