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El 22 de diciembre es el tradicional día del Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad, eso que algunos llaman con guasa el Día de la Salud después de comprobar que su décimo no ha sido premiado. Al Ciclocross de Benidorm no le tocó la Lotería Nacional, que sepamos, pero sí le cayó un premio gordo el pasado jueves cuando Wout van Aert anunció su calendario. El fenómeno belga estará el 22 de enero en la salida de la penúltima manga de la Copa del Mundo, con lo que completa la presencia de los tres tenores de esta resurgente especialidad. Su eterno rival, Mathieu van der Poel, y Thomas Pidcock, el maillot arcoíris, ya habían confirmado antes su participación en la carrera española. La capital de la Costa Blanca se convertirá así en la capital del ciclocross, justo dos semanas antes de los Mundiales de Hoogerheide, el 5 de febrero. No sólo le ha tocado la lotería. También goza de buena salud.

Los duelos entre Van Aert y Van der Poel, ahora con la incorporación de Pidcock, es uno de los mayores espectáculos actuales sobre una bicicleta, bien sea en esta modalidad de cross, como en cualquier otro escenario. No hay que irse muy lejos para comprobarlo. Hoy mismo se enfrentaron sobre la arena de Mol, donde ocuparon las tres primeras plazas en idéntico orden: Van Aert, Van der Poel y Pidcock. Hacía tiempo que el belga no lograba desbancar al holandés con un ataque en el último tercio de la carrera. Siempre tienen cuentas pendientes. El público abarrotó el recorrido, como ocurre usualmente en Bélgica. Es más: el anuncio del programa de Van Aert, un día antes, ya había supuesto un gran suceso en su país, donde este deporte es una religión y este ciclista es un ídolo. Benidorm les espera. Pero antes hay más. Este lunes 26 volverán a verse las caras en la Copa del Mundo de Gavere. Las Fiestas Navideñas también ruedan en bici.