NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Los profetas pueden seguir en su sillón

Últimamente se repite como un mantra y termina convirtiéndose en sentencia que los jóvenes se aburren con el fútbol actual, que no mantienen la atención, que necesitan estímulos extras para engancharse. Las audiencias del Mundial de Qatar ya desmintieron la corriente que pretende hacer pasar por verdad inmutable lo que a ellos, simplemente, les va bien para sus negocios, sus dineros, sus sillones gigantes y sus luces de neón fluorescentes. Y el partido copero entre Real Madrid y Atlético confirmó las sospechas de que hay profetas que venden crecepelos que no estoy dispuesta a comprar. Porque el derbi fue de esos partidos que si te vas al baño, te pierdes algo seguro. Imposible aburrirse.

Los de Simeone firmaron una primera parte fantástica y se adelantaron en el marcador gracias a un gol de Morata en el 19′. Muy superiores, con un Griezmann en plan jefe y con una versión dominante, valiente, que ya quisieran haber tenido en una temporada que hasta el momento es desastrosa, no aprovecharon el telele blanco. En la segunda comenzaron con la otra tan conocida, la del paso atrás y a verlas venir, mientras que el Madrid se puso las pilas y Oblak les salvó con un paradón a bocajarro a disparo de Benzema. El gol de Rodrygo, cambiándosela de pie, regateando, pegándola con el exterior del pie derecho, fue mejor a cada repetición a cámara lenta y Courtois tuvo que aparecer porque el Atlético mantuvo la emoción y dio un par de zarpazos.

En la prórroga marcaron Benzema y Vinicius ya con Griezmann en el banquillo y Savic expulsado. Remontó el Madrid en un partido entretenido, intenso, con giros de guion en el que terminó atrincherado por momentos. Fútbol, vaya. No solamente somos capaces de ver 90 minutos, sino hasta 120 si la ocasión lo merece y nos dan buen alpiste. Que no nos cuenten milongas sólo porque nos hacemos mayores, que no nos traguemos las nuevas teorías sólo porque les interesa vendernos su moto, su producto. Porque esto sigue siendo divertidisímo y de este sillón no me mueven.