Los Juegos en femenino
Falta una semana para la Ceremonia de Inauguración de los Juegos Olímpicos de París 2024. Hay deportes que arrancarán la competición incluso antes: el fútbol, el balonmano, el rugby 7, el tiro con arco… Ahí tendremos ya importante representación española antes de que se encienda el pebetero. El equipo desplazado por el COE presentará una novedad socialmente muy importante: por primera vez en la historia, habrá más mujeres que hombres, 192 frente a 190. Se ha conseguido casi la paridad, aunque esas dos deportistas que decantan la balanza suponen un hito relevante, que engarza con la política actual del COI. El máximo organismo olímpico internacional ha dado grandes pasos en los últimos tiempos en busca de ese equilibrio. Por ejemplo, ha equiparado el número de pruebas masculinas y femeninas, y ha incorporado numerosas competiciones mixtas. También permite, desde Tokio 2020, que cada país pueda tener dos abanderados, uno de cada género, al frente del desfile de apertura.
Este tipo de decisiones dan frutos. Como dice Alejandro Blanco, el presidente del Comité Olímpico Español: “Cuando estableces la igualdad, el deporte femenino se dispara porque es extraordinario”. Es más, en la delegación española ni siquiera hizo falta esa paridad para que las deportistas compitieran a un nivel superior. En los Juegos de Londres 2012 y Río 2016, las mujeres lograron más medallas que los hombres: 13-7, en la cita inglesa, y 9-8, en la brasileña. Tokio revirtió la tendencia, 5-7, aunque brindó la alegría de un oro mixto en tiro, Fátima Gálvez y Alberto Fernández, lo que también nos enseña la lección de que juntos somos más fuertes. Con esa fortaleza viaja España, que desplaza la segunda expedición más numerosa de siempre, 282 atletas, con un objetivo fijado: el récord de podios de Barcelona 1992. La fiesta está a la vuelta de la esquina.