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Los Hernangómez se hacen grandes

Por inesperado, sabe mucho mejor. España celebra su oro en el Eurobasket, el cuarto de su historia, pero este tiene un regusto especial, porque no estaba escrito en los pronósticos. Ha sido una victoria trabajada que define, mejor que ninguna, el concepto de equipo, sin protagonismos individuales. En estos días de ensueño, puse mayor hincapié en dos nombres propios, que son precisamente los dos que han intervenido en las cuatro conquistas. Por un lado, Sergio Scariolo, el técnico que ha creado una nueva obra con lo que tenía. Y, por otro, Rudy Fernández, que ha dado el toque espiritual al grupo al transmitir los valores de una camiseta campeona.

Ambos siguen siendo el eje del milagro, bendito milagro, pero hoy sí quiero detenerme en otros jugadores. En concreto, en los hermanos Hernangómez. Al término de la final ante Francia, los dos recogieron premios individuales por su aportación al título. Juancho fue elegido el hombre del partido, después de una colosal actuación, con siete de nueve en triples. Por momentos, cuando sacó la metralleta, nos recordó a Bo Cruz, su personaje en la película Garra, y en el banquillo nos imaginábamos a Adam Sandler. Pero, no. En Berlín estaban Scariolo y Juancho. Los sueños también se cumplen en la vida real. O si no, que le pregunten a Willy, el MVP del campeonato, con su nombre inscrito con letras doradas en el mismo palmarés donde conviven Pau Gasol, Tony Parker, Dirk Nowitzki, Toni Kukoc o Arvydas Sabonis.

Juancho y Willy han dado un salto de calidad en el Eurobasket. Y eso que pasaron por algún bache, tanto en la preparación como en aquella derrota ante Bélgica, cuando los dos quedaron retratados en el banquillo. Scariolo ha sabido otorgarles la responsabilidad que no tienen en sus equipos de la NBA, una liga sin miramientos, pero también les ha dado un toque de atención cuando lo ha creído oportuno. A las dos situaciones han respondido. Y han salido del torneo más grandes de lo que eran. Ellos dos estaban señalados, junto a Álex Abrines, para tomar el relevo en la Selección. La foto en la que abrazan a Rudy con admiración, uno por cada lado, demuestra que han entendido el mensaje. Están listos para el liderazgo.