Los firmes cimientos de Carletto

En el momento más delicado de la temporada, con jugadores fuera de punto, otros sin renovar y alguno desaparecido del mapa, lo único que parece tener meridianamente claro Ancelotti es que la pareja Militao-Rüdiger no se toca. Alaba está lesionado y cuando le ha tocado jugar se ha parecido poco al futbolista exultante que llegó la pasada temporada, mientras que la polivalencia y la fiabilidad de Nacho no terminan de convencer al italiano.

Lo de Militao es indiscutible: está en el Top-3 de centrales ahora mismo. Mientras, la apuesta por Rüdiger responde más a un acto de fe que a lo demostrado en el césped. Es cierto que en los últimos partidos su rendimiento ha ido en aumento, pero también es una realidad que se le han visto las costuras en demasiadas ocasiones. Ahora que llegan los partidos decisivos que van a delimitar la distancia entre el éxito y el fracaso, tener clara cuál es tu pareja de seguridad es una ventaja importante.

Con el portero casi siempre estelar, presentarte en los choques a cara o cruz con firmeza atrás es la base para conseguir los éxitos. Seguramente si la plantilla tuviera tanta competencia en otras líneas como la tiene atrás, Carletto respiraría más tranquilo. El año pasado fue el ejemplo, cuando hasta un olvidado Vallejo se disfrazó de coloso en la Champions y recibió un merecido reconocimiento a su ejemplar comportamiento desde su delicada posición. Si el Madrid no logra los objetivos esta campaña no será, desde luego, porque su línea defensiva no haya estado al nivel. Habrá que buscar otros responsables y fomentar la misma competencia en el resto de líneas.