Los diferentes caminos de Rahm y Chacarra
El domingo deparó dos victorias españolas en torneos internacionales. Ambas en golf. Y ambas a cargo de los dos principales valores en su deporte. Uno de ellos, sobradamente confirmado, es Jon Rahm, ganador del US Open y ex número uno mundial. Venció en el Open de España, un clásico del European Tour. El otro, todavía por confirmar, es Eugenio López-Chacarra. Ganó en Bangkok, en el disidente, revolucionario y millonario circuito saudí LIV Golf. Ambos han utilizado el mismo trampolín para saltar al profesionalismo, desde la NCAA, después de brillar como los mejores jugadores amateur del planeta, curtidos en las universidades de Estados Unidos. Sin embargo, han optado por caminos radicalmente diferentes para progresar. Rahm avanza por la senda tradicional, con el PGA Tour como calendario referente, con apariciones puntuales en Europa y con una veneración especial a la Ryder y los majors. López-Chacarra fichó por el LIV, donde compite con grandes estrellas como Sergio García. Gana mucho dinero, pero de momento se cierra las puertas más prestigiosas.
Chacarra firmó un contrato de tres años, por unos 15 millones, sólo por jugar. Ayer, por ganar su primer torneo, se embolsó otros 4,9 millones, el mayor premio que ha recibido un deportista español. El madrileño, de 22 años, es el ejemplo inverso a García, Mickelson o Johnson, que ya lo han sido todo en el golf. Él ha optado por hacer caja, antes de buscar la gloria. “Se juega al golf diferente con la vida solucionada”, dijo en una entrevista en AS. Está en su derecho, claro. Pero tendrá que habituarse a que sus triunfos serán menos aplaudidos. Chacarra no ha descartado nada para el futuro. Como nunca jugó el PGA, nunca fue infiel. Y tiene tiempo para cambiar de raíl. Pero, mientras se lo piensa y recauda, Rahm ha igualado a Seve Ballesteros en el centenario Open. Y se lleva el reconocimiento.