Los descomunales descuentos en fútbol
El fútbol olímpico, en cuya final masculina estaremos hoy, como estaremos en la lucha por el bronce en categoría femenina, nos está aturdiendo con los descuentos. Un capricho del célebre Pierluigi Collina, otrora eximio árbitro, hogaño extravagante dirigente de la FIFA. A él le encantan, al revés que a Roberto Rosetti, italiano como él, exárbitro importante como él, y en su caso dirigente arbitral de la UEFA, que tiene otro criterio. Así que los que vivimos acostumbrados al fútbol UEFA, de descuentos moderados, nos sentimos atónitos ante los muy exagerados que estamos viendo en estos Juegos.
Un alud de decisiones recientes ha cargado al fútbol de interrupciones que antes no había: cambios cada vez más numerosos, pausas para tomar agua, advertencia a los jugadores para que no se agarren en los córners, tolerancia con las lesiones fingidas… Lo último ha sido el minuto por cada gol, criterio Collina-FIFA que la UEFA no sigue. Más la tolerancia con el tiempo perdido por los porteros. Una norma nunca aplicada ya les exige sacar en seis segundos, y les penaliza con libre indirecto si los exceden. El otro día le conté 23″ en un saque a la portera colombiana. Y he visto muchos próximos a los 20″.
La norma dejó de aplicarse hace ya mucho, consecuencia de un horror inexplicable al libre indirecto en el área, tan fuerte que ha dejado de pitarse en absoluto. ¿Cuánto hace que no ven uno? Ahora se planea modificar en este sentido la Regla 12, y la disposición anterior, la que no se aplica, sustituirá los 6″ por 8″, y el libre indirecto por un córner. Vaya por Dios. Todo consiste en toquetear el viejo y venerable Reglamento, en lugar de aplicarlo. A esto hemos llegado por no aplicar una regla que ahora se modifica a la vista del problema creado. Y se suaviza, pues un córner es menos disuasorio que un indirecto en el área.