Pasaba por aquí | Axel Torres

Lo importante son los jugadores

No sé si los importantes son los jugadores, pero si lo son, los del Brest tienen que ser mejores de lo que pensábamos.

Soccer Football - Premier League - Manchester United v Nottingham Forest - Old Trafford, Manchester, Britain - December 7, 2024 Manchester United manager Ruben Amorim reacts Action Images via Reuters/Lee Smith EDITORIAL USE ONLY. NO USE WITH UNAUTHORIZED AUDIO, VIDEO, DATA, FIXTURE LISTS, CLUB/LEAGUE LOGOS OR 'LIVE' SERVICES. ONLINE IN-MATCH USE LIMITED TO 120 IMAGES, NO VIDEO EMULATION. NO USE IN BETTING, GAMES OR SINGLE CLUB/LEAGUE/PLAYER PUBLICATIONS. PLEASE CONTACT YOUR ACCOUNT REPRESENTATIVE FOR FURTHER DETAILS..
Lee Smith
Axel Torres
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“Los importantes son los jugadores”, dice una corriente de opinión que pretende restar trascendencia al trabajo de los entrenadores en un mundillo que ha convertido a los estrategas de los banquillos en gurús. Entre los que reivindican esta máxima hay algunos profesionales del fútbol a los que admiro y por los que siento un gran afecto. No he venido a quitarles la razón, aunque sí a incordiarlos un poco: esa pequeña provocación sin malicia que nace del cariño. Les pido a ellos que comparen los resultados del Sporting Clube de Portugal desde que se marchó Rúben Amorim con los que estaba logrando antes de su partida. Yo creo que si fuese hincha leonino detestaría al Manchester United de por vida.

No sé si los importantes son los jugadores, pero si lo son, los del Brest tienen que ser mejores de lo que pensábamos. Sus trece puntazos en la fase de liga de la Champions después de seis jornadas no los podía haber pronosticado nadie que se pusiera a analizar su plantilla nombre por nombre. Los vi en vivo en Montjuïc y no me parecieron nada extraordinario. Les faltaba el mejor, Lees-Melou, es cierto. Pero también les ha faltado en otros tres partidos de esta competición y los han ganado los tres. Misterios.

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Hoy es jueves y hay Europa League: otra oportunidad para ver al Bodø/Glimt. Un oyente de mi podcast me dijo que había traicionado mis principios por alegrarme de que este equipo del norte de Noruega hubiese ganado la liga por cuarta vez en cinco años. Que era como apoyar al Barça o al Madrid. Que esa no era mi esencia. A mí me parece que el Bodø es otra cosa: un club que no era nada, alejado de los focos y perdido entre el frío polar, el típico humilde que nunca había dominado nada. A base de buena gestión, fichando con criterio y desarrollando un modelo de juego muy bien entrenado, se ha convertido en triunfador. Supongo que mi militancia debería hacerme abandonarlos ahora que ganan, pero de momento no me apetece.

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