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Tres jornadas disputadas del nuevo campeonato de Liga y podemos decir que el Real Madrid está desconocido. Y digo desconocido porque uno de los valores fundamentales, por no decir el más importante, que caracterizó al equipo la temporada pasada fue el espíritu colectivo tan fuerte que mostraban los de Ancelotti. En estas jornadas disputadas observamos al equipo espeso y lento. Hay problemas para construir los ataques. Los primeros pases son lentos y se tarda un mundo en conectar las líneas, con lo cual los atacantes reciben en buenas situaciones en muy pocas ocasiones. También los atacantes están siendo demasiado individualistas y conectan poco entre ellos, todavía no se observa un buen entendimiento entre las piezas ofensivas. Sigo pensando que se mira poco a Mbappe. El francés se ofrece mucho y bien y no recibe todos los balones que debe recibir un futbolista de su calibre.

Luego está la fase defensiva. Aquí no hay excusas. Otra forma de encontrar buenas situaciones de ataque y de contraataque es robar balones. Al Madrid le está costando un mundo organizarse en cualquier altura del campo para recuperar o para detener las transiciones de los rivales. Comienzo preocupante, aun teniendo en cuenta que esto recién comienza y que esto es como termina, pero Ancelotti tiene trabajo por delante.

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