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El Real Madrid ha hecho oficial el fichaje del talento inglés, Jude Bellingham, uno de los futbolistas jóvenes con más proyección de todo el continente. El Madrid refuerza una posición donde es necesaria una renovación o transición, en la cual el equipo deba resentirse, lo menos posible, cuando Kroos y Modric terminen por dar un paso al costado, ya sea para terminar sus carreras en otros lugares o para firmar su retirada de los campos de futbol. Es casi imposible llenar el vacío que dejarán centrocampistas únicos e irrepetibles, leyendas del fútbol mundial, pero Bellingham es nivel top. Eso sí, no es cambiar ningún cromo con relación a los otros dos. Jude no es, de momento, un organizador de juego.

Tal y como yo lo veo, navega entre ser un ocho y un diez, con una capacidad extraordinaria para eliminar rivales a través de la conducción, y para llegar a zonas de asistencia y gol. Además, posee una gran calidad para el control y la definición, manejando ambas piernas. Es un portento físico y es competitivo, ante lo cual, no creo que la blanca le quede grande en ningún aspecto. Pero, insisto, no es un organizador, no va a manejar el juego del equipo a través del pase como lo han hecho estos años el alemán y el croata. Aunque Modric, cuando llegó, no era el futbolista en el que luego se convirtió, así que el inglés puede ir aportando e incorporando más aspectos a su juego. En el sistema que utiliza el Real Madrid, de entre las tres posiciones del centro del campo, debe ocupar la más adelantada, o la que más libertad tenga para moverse cuándo y por dónde quiera. También es importante no tener prisa. Que llegue y ya queramos que sea Zidane. Siempre paciencia con los chicos jóvenes que dan un gran paso en su vida y en su carrera, pero el Madrid ha fichado talento de máximo nivel.