¿LeBron, Jordan, Jabbar...? O mejor, los tres
El deporte mundial vivió este miércoles un suceso excepcional: LeBron James batió el récord de puntos de Kareem Abdul-Jabbar en la NBA. El envoltorio fue casi perfecto: en la casa de Los Angeles Lakers, la franquicia más mítica de la Liga, y en presencia del recordman saliente, el legendario pívot del Sky Hook. Sólo faltó la victoria, aunque a los asistentes poco les importó este detalle, porque estaban allí para presenciar una gesta cósmica que tardará mucho tiempo en igualarse, si es que se rebasa alguna vez. Lo mismo pensábamos del registro de Abdul-Jabbar, pero el deporte no tiene límites. El hito de LeBron rescató, inevitablemente, el debate sobre el GOAT, el mejor de todos los tiempos. El propio James reinvindica el trono: “Yo me pongo por delante de todos los demás, pero cada uno tendrá sus favoritos…”. Efectivamente, hay sólidas razones para elevar a otros candidatos a la cima.
Pero antes de decantarse, les invito a valorar dos aspectos: los títulos y la longevidad. Me explico: ¿A qué conquistas ha conducido la mareante cifra de LeBron? A muchas. Eso es incontestable. Pero Michael Jordan y el propio Abdul-Jabbar, otros dos GOAT en potencia, suman dos anillos más que el nuevo Rey. Y Jordan no perdió ninguna final. Luego está el tiempo invertido, que en el caso de LeBron y Jabbar es similar hasta la fecha, 20 temporadas, aunque con la diferencia de que el pívot jugó cuatro campañas en la NCAA, mientras que el alero se saltó esa fase, por lo que aún tiene mecha a sus 38 años. Y eso que Kareem se retiró con 42. Por su lado, Jordan jugó cinco temporadas y 284 partidos menos que James, pero su promedio es más alto: 30,1 puntos por 27,2. Y también su palmarés, individual y colectivo. La elección del más grande merece reflexionar sobre estos datos, y sobre los contextos de la época, antes de dejarnos arrastrar por la emoción y por la inmediatez. Lo que tampoco debe ser cortapisas para disfrutar de LeBron, como en su día disfrutamos de Jordan o Jabbar.