Las turbulencias del nuevo Ferrari
Las noticias, aunque sean esperadas, no dejan de ser noticias. Y eso conlleva siempre un toque de incertidumbre y de inquietud. Turbulencias de mayor o menor grado. La posible salida de Mattia Binotto como jefe de equipo de Ferrari era una de esas noticias esperadas, que se confirmó el 29 de noviembre, pero eso no evitó que la intranquilidad inundara algunos sectores de Maranello. El aterrizaje de Frédéric Vasseur como su sustituto, que se ha oficializado este martes, también tiene aires de crónica anunciada, pero su llegada no sosiega las aguas, sino que remueve el oleaje. Los cambios siempre traen cambios. Y ahora falta por conocer cuáles serán las nuevas políticas de Vasseur en comparación con las de Binotto. Si se hurga un poco en su historial, no hay que ser un lince para observar que el técnico francés es una persona cercana a Charles Leclerc, con el que ha trabajado antes en GP3 y en Sauber. El monegasco verbalizó varias veces su descontento durante la temporada 2022, por lo que se deduce que sus quejas se han escuchado.
Si a Leclerc se le ha abierto la sonrisa con el fichaje de Fred Vasseur, es muy posible que a Carlos Sainz le haya sucedido justo lo contrario. Los dos tienen contrato hasta 2024, en ese sentido no existe ninguna preocupación. Pero ahora queda por comprobar si el nuevo team principal va a mantener cierta libertad de competencia interna entre ambos, o va a marcar más los roles de piloto número uno y piloto número dos. Leclerc, preferencias al margen, hizo mejor temporada que Sainz. Y el español, que lo sabe, no puede agarrarse a ese dato, sino a su buen final de curso y a su fiabilidad histórica. Ser el segundo piloto de una escudería como Ferrari tampoco es un deshonor, pero Carlos considera que todavía no ha dado todo lo que tiene dentro. Mantiene sus aspiraciones de líder… y de futuro campeón de la Fórmula 1. Por ahí viene la incertidumbre, la inquietud… Y vendrán las turbulencias.