Las finales no se juegan, se ganan

Hace muy pocas jornadas el Real Madrid, con un partido menos, estaba a nueve puntos del Barcelona y peligraba su clasificación para la siguiente fase eliminatoria de la Champions. Hoy, el Madrid, con un partido menos que el Barça, está en la pelea por la Liga y el pase en la Champions se podrá confirmar con una victoria en el Bernabéu frente al Salzburgo. Ya no se oye que la Liga está decidida, pero no solo por el Madrid, sino también por la racha de victorias del Atlético de Madrid que le sitúan como aspirante al título. Esta mejoría en los resultados no impide que los aficionados veamos los problemas que tiene el equipo, aunque deberíamos tener la suficiente sensatez para saber que lo que nosotros vemos también lo ven, y con más argumentos, el cuerpo técnico del Madrid y los dirigentes del club.

Claro que hay un problema en los laterales, agravado con la lesión de Carvajal; por supuesto que la lesión de Militao ha complicado el centro de la defensa; que se echa de menos a grandes jugadores que se han ido; y otras quejas y déficits que algunos siguen enumerando, pero también hay aspectos positivos que deberían destacarse, no sea que, como el año pasado, se terminen consiguiendo títulos que descartaban los perennes descontentos. Sigue la plaga de lesiones, aunque el equipo, impulsado por el jugador más decisivo del mundo, Courtois, y por un crack que además trabaja incansable y generosamente, Bellingham, ha salido adelante. Ha reaparecido Camavinga, que con el inglés y Valverde forman un centro del campo con las máximas garantías. Y hemos vuelto a ver la calidad de un jugador, Ceballos, ordenando el juego, que puede ser fundamental para el equipo.

Habrá que confirmar en los próximos partidos esas buenas sensaciones. El Madrid empató en Vallecas ante un intenso Rayo, con un buen Rodrygo y un claro penalti escamoteado a Vinicius; y pasado mañana, los blancos pueden ganar su segundo título de los siete que disputarán esta temporada, la Intercontinental. El primero, la Supercopa de Europa, se ganó al Atalanta. No hay que confiarse nunca con un rival, aparentemente más débil. Ya se han vivido Alcorconazos, Alcoyanos, y un Salto del Caballo. Hay que vencer al Pachuca, el club más antiguo de México, porque el Madrid no juega finales, las gana.

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