Las dudas y las certezas
El trastazo de la Supercopa no lo es tanto por la derrota ante el Barça, sino por haber constatado las malas sensaciones que venía transmitiendo el Madrid. Disminuido físicamente el once titular, la resaca mundialista y las lesiones han causado estragos, se ha comprobado que ninguno de los suplentes ha dado un paso adelante. Unos seguramente porque no lo tienen y otros porque no han encontrado el impulso del entrenador. Con medio equipo sin piernas y sin energía ha llamado más la atención la natural declinación de los veteranos, que es imposible mantengan eternamente el nivel.
La extenuación de Modric aconseja que descanse hasta la llegada de la eliminatoria ante el Liverpool, otra cosa sería comprometer toda su temporada. El bajón físico de Valverde y Vinicius, unido a las ausencias de Tchouameni y Alaba, menguan notablemente el vigor del equipo y eso se transmite en la confianza general. El Madrid podía perder partidos, pero pocas veces se le ha visto tan desanimado como ante el Barça, consciente de su inferioridad y sin capacidad de reacción.
Varias de estas circunstancias son temporales, porque algunos recuperarán el tono físico y volverán a su nivel, pero hay otras que ya parecen estructurales: la ausencia de alternativas en la delantera, futbolistas infrautilizados o de relleno en la plantilla y la avanzada edad de jugadores clave. Carletto es el encargado de solucionar lo de ahora, evitando que se le caiga el proyecto en el próximo mes y medio, y el club tendrá que arreglar en junio los problemas basales acertando en los cambios necesarios en la plantilla.