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Laporta y las moscas

Diario de una mosca, capítulo uno. Desde que nací mis padres siempre me han advertido sobre esas extrañas cintas de colores que cuelgan los humanos junto a sus ventanas. Al parecer, esos cabrones las cubren con un pringue pegajoso que te atrapa en cuanto posas las patitas en ellas aunque yo no acabo de creérmelo. El otro día pasé zumbando junto a una y cuando estaba a punto de aterrizar sobre ella recordé lo que me llevan repitiendo papá y mamá desde que tengo uso de razón: “Hija mía, ya sabemos que esos colgajos de los humanos huelen de maravilla pero ni se te ocurra acercarte a ellos o acabarás muerta igualito, igualito que acabaron tus quinientas hermanas”. Imagino este pequeño cuento mientras repaso la rueda de prensa franquista de Joan Laporta.

Lo del presidente del Barcelona jugando la carta del franquismo es como las tiras cazamoscas, una solución tan vulgar como eficaz. No dudo de que alguno en su magnífico equipo de asesores le habrá dicho a Laporta que estas cintas llenas de bichos muertos quedan de pena colgadas en mitad del salón, que huelen mal y son asquerosas, ¿pero quién detiene al doctor maligno cuando tiene una idea entre ceja y ceja? El caso es que mientras la justicia investiga al Barça para ver si se dedicaron a sobornar a los árbitros durante dos décadas, las moscas están aquí jugando a ver quién fue más franquista.

Que Florentino Pérez haya entrado al trapo es comprensible porque hace tiempo que la comunicación del Madrid la lleva el Coyote sentado en un detonador, pero la jugada tiene un efecto nefasto. Primero porque deberíamos darle al Caso Negreira su justa importancia, la que tiene del mayor escándalo en la historia del fútbol español. Segundo porque convierte esto en una discusión entre cuñados de Twitter Fútbol con un par de artículos de Wikipedia en la cabeza. Tercero porque si a Casillas le parece que padreas es que algo estás haciendo mal. Veremos cómo acaba todo, pero ya anticipo que Laporta volverá con más trucos porque las cintas atrapamoscas son baratísimas y además huelen tan bien…