La urgencia es volver a ganar una final

Hace poco más de un año, Xavi llegaba al banquillo del Camp Nou con la misión de recuperar a un equipo que perdía el norte. Se sacaron fichajes de debajo de las piedras y en dos ventanas de mercado se confeccionó un equipo de garantías a costa de empeñar las joyas de la abuela. El primer curso se salvó entrando en una Champions de la que han echado al Barcelona a las primeras de cambio, pero por contra, el equipo es el líder de LaLiga casi en el ecuador del campeonato. Hace un año, el moribundo dio síntomas para la esperanza cuando en la Supercopa de Arabia llevó a la prórroga a un Real Madrid que se las prometía muy felices y hablaba de golear. Esa ‘casi-victoria’ se celebró excesivamente. Como cuando ahora Xavi se indigna cuando le hablan de ‘casi-desastres’.

Ahora la situación ha cambiado y la urgencia no es la de reconstruir un proyecto ni practicar la reanimación a un agonizante. Ahora, la urgencia es ganar. Y, por si fuera poco, hacerlo ante el Real Madrid en un partido absolutamente global a nivel mediático. La Supercopa no es un título que esté en la cúspide de la pirámide de los éxitos que desea un club en un curso, pero no es menos cierto que marca tendencias. Hace tres años, sentenció a Valverde y el Barça entró en una dinámica nefasta, hace un año marcó signos vitales y ahora debe de servir para tomar impulso. Ganar es urgente.