La UCI deja en cuadro su Mundial

Los Mundiales de ciclismo en carretera han entrado en una contradicción que puede hacer mucho daño a la próxima edición, del 18 al 25 de septiembre. Desde luego, a España ya se lo ha hecho, porque tendrá que viajar en cuadro. Y aún tenemos que dar gracias de que vaya a participar la Selección. La cosa es que los equipos comerciales se están jugando en estas fechas la clasificación del World Tour. Unos luchan por liderarla, como el Ineos y el Jumbo. Y otros, por no bajar de categoría, como es el dramático supuesto de la escuadra más histórica de nuestro país, el Movistar. El equipo telefónico ocupa precisamente la última plaza que marca el descenso, pero matemáticamente tiene muy cerca a su inmediato perseguidor, el Lotto. Resulta que este Campeonato del Mundo también ofrece puntos, de hecho ofrece muchos, 600 para el arcoíris, que irán a parar al equipo del campeón. Si tenemos en cuenta que esta carrera se disputa por selecciones, ahí nos topamos con la grave contradicción de que un ciclista puede trabajar para otro con el que se está jugando la categoría profesional.

Si a esto unimos que varias formaciones tienen distribuidas a sus plantillas por el calendario para arañar los máximos puntos, y que el Mundial se celebra lejos, en Australia, tenemos la ecuación para que varios equipos hayan negado sus corredores al seleccionador, Pascual Momparler. Ni el Movistar, ni el Cofidis, ni el Ineos. Ante esta circunstancia, la Federación estudió tres soluciones. Una: no ir. Dos: obligar a los ciclistas con la Ley del Deporte. Y tres: participar con lo que haya. La segunda se descartó para no perjudicar a equipos profesionales que tiran del ciclismo español. Y también la primera, una vez que Juan Ayuso y Marc Soler sí han confirmado su presencia. Se hará un grupo en torno a ellos. Con lo que se pueda. Y la UCI, con su reglamento, habrá dejado en cuadro su propio Campeonato.