La rebelión de Ferran Torres
Tras superar críticas e infundios, Ferran Torres se ha destacado como una pieza imprescindible para el Barça y para España.
Ferran Torres, como le gusta decir a Joan Laporta, se ha rebelado “contra todo y contra todos”. Ahora el público le adora, su entrenador confía ciegamente en él y los rivales le temen. Pero el de Foios se lo ha tenido que ganar a pulso porque pocos se acuerdan de las críticas que recibió cuando aterrizó en el Camp Nou. Llegaba del Manchester City y en el entorno barcelonista, maledicente por definición, se instaló el soniquete de que “si Guardiola no lo quiere por algo será”.
Luchar contra ese infundio no es nada sencillo. Luego, tuvo que encontrar su sitio en el juego del equipo. Nunca regateó esfuerzos, pero se le colocó el sambenito de fallagoles, probablemente el peor que le pueda caer a un atacante. Contra eso, que también era falso como demuestran sus números, también se rebeló. Y jamás puso una mala cara al entrenador de turno cuando no le daba bola o le ponía de extremo, como tampoco cuestionó su cambio de posición cuando pasó a jugar de nueve
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No lo ha tenido fácil Ferran en el Barcelona, donde lo que está consiguiendo se lo ha ganado a base de apretar los dientes y trabajar como el que más. Pero nos equivocaríamos si sólo habláramos de un jugador que presiona hasta el agotamiento y que tira desmarques como si no hubiera un mañana. En partidos grandes, como en la final de Copa ante el Real Madrid o ante el PSG en la Champions siempre estuvo ahí. La revolución del que no teme fracasar.
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