La obsesión de Xavi

El Barça de Xavi Hernández se proclamó campeón de Liga a falta de cuatro jornadas para el final con una superioridad, por lo tanto, incontestable. Desde entonces no hay entrevista en la que el técnico no se haya quejado del entorno, del amiguismo que según él le resta méritos y apuntando así, de paso, a Pep Guardiola que con un triplete incluyendo su primera Champions lejos del Barça fue tajante cuando le cuestionaron ayer por las declaraciones de Xavi sobre Cancelo cuando aseguró que el City se había negado a cederlo. “Le han informado muy mal”, dijo.

Durante la temporada en el Camp Nou se ha vivido un ambiente entusiasta, entregado al equipo y acrítico incluso cuando se quedó fuera de la Champions y la Europa League o estalló el escándalo del caso Negreira. A la afición no se le puede pedir más, hasta el propio Xavi lo ha reconocido, así que el entorno es, por lo tanto, los medios de comunicación a los que llegó a pedir apoyo en ruedas de prensa. Durante la temporada también decía que no leía ni veía nada, pero ganar LaLiga y pasar facturas públicamente ha sido todo uno. Privadamente ya lo hacía: varios periodistas han recibido mensajes directos suyos, no de su entorno, en los que se mostraba decepcionado o dolido por crónicas, columnas y opiniones en radio y televisión que él consideraba afines. No la caverna, ni la central lechera, sino los suyos.

Al parecer es incompatible afirmar que el Barça ha sido el mejor con ser testigos de partidos aburridísimos y contarlo tal cual. Equivoca el tiro: a quien debería apretar es a Laporta para que le fiche, por ejemplo, al mediocentro que necesita para crecer y jugar mejor, como quiere y no como puede, porque el primer señalado será él si la cosa se tuerce. Los periodistas no somos empleados suyos, ni del Barça. Y la obsesión por manejarnos y compararse con Guardiola es suya cuando es su presidente, su club, el que aún no puede ni inscribir jugadores ya renovados desde hace meses.