La NBA de Jokic... y Wembanyama

La NBA ha arrancado esta semana con los focos centrados en la figura de Victor Wembanyama, el número uno del Draft. Desde el aterrizaje de LeBron James en la liga, allá por el lejano 2003, nadie había levantado tanta expectación como el francés, un jugador atípico, diferente, excepcional. Se trata de un pívot de 2,24 metros, que puede taponar un tiro en la estratosfera, driblar con el balón por debajo de las piernas o lanzar un triple desde su jardín. Si las lesiones no tuercen su trayectoria, estamos ante un fenómeno que puede marcar una época y un nuevo estilo. Hay que darle tiempo, eso sí. La maduración es importante en una perla de 19 años. Esa juventud e inexperiencia se notó en su debut, que no fue el soñado. Sus San Antonio Spurs sucumbieron ante los Dallas Mavericks de Luka Doncic, que sí brilló con un triple-doble marca de la tierra: 29 puntos, 13 rebotes y 10 asistencias, en contraste con el 15-5-2 de su oponente. A Wemby le lastraron las faltas, un desmérito propio y un mérito del rival, que le supo buscar las cosquillas. El diamante de Le Chesnay tiene mucho que pulir.

El futuro es de Wembanyama, pero el presente sonríe todavía a estrellas consolidadas como el propio Doncic. Y, sobre todo, como Nikola Jokic, el líder silencioso. El MVP de la pasada final, ganador del anillo con los Denver Nuggets, abrió la presente temporada con un choque estelar ante Los Angeles Lakers, a los que volvió a zarandear igual que en la final de la Conferencia Oeste del curso anterior. El serbio, también MVP de la liga regular en 2021 y 2022, debutó con un triple-doble: 29 puntos, 13 rebotes y 11 asistencias. Casi sin hacer ruido. El campeonato es largo, muy largo, pero los Nuggets ya se han presentado como el equipo a batir. Jokic pone la música en la NBA, mientras que Wembanyama crece a su son. No sabemos todavía hasta dónde…

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