La maravillosa apuesta perdida por Mourinho
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La Roma y los penaltis, en Europa, ya tenían una relación complicada. Tras la final de la Copa de Europa de 1984 llegó otra herida, y eso que la noche empezó pareciéndose a un guion escrito por Mou. De “Dybala no llega a la final” pasó a “puede jugar 30 minutitos”: al final, la Joya salió de inicio. Y marcó un golazo. Su tanto pudo cambiar una temporada que ahora tendrá otro sabor.
Porque la maravillosa apuesta del portugués por la Europa League pasó factura en la Serie A. Mourinho quería darle el segundo título europeo en dos años (y la clasificación a la Champions) a un equipo que no ganaba nada desde 2008. No pudo ser, y habrá polémicas. Porque el fútbol es así de cruel. Y los penaltis cambian vidas.