La magia está en manos de Pellegrini
El Betis luce virtudes evidentes en un equipo que fue capaz de reinar en la Copa del Rey y ganarse un merecido billete a esta cita de Arabia Saudí. El liderazgo de Canales. La calidad infinita de Fekir. El vértigo de Luiz Henrique. El olfato de Borja Iglesias. Pero en citas de este calibre hace falta magia. Y eso es cosa de Manuel Pellegrini. El ingeniero conquistó Heliópolis trazando un plan maestro que atravesó límites y fabricó esperanzas que parecían olvidadas. Se guardó un título bajo el brazo y convenció a todo su plantel de que repetir eso es posible. Él cree en ganar. Y su plantilla comprendió que también debía creer. En esta Supercopa, quiere esquivar el revés de Álex Moreno y confiar en que su plan sigue teniendo argumentos imprevisibles. El pasado muestra que el chileno ya le ganó una batalla reciente a Xavi Hernández. En los dos banquillos reina la intención de despertar aplausos y de divertir. Como si fuera una premisa obligada en el fútbol que desean. Pero este Betis también aprendió a ganar sin brillo, a convencer sin decoros. Y bajo ese escenario pretende enseñar sus armas sin que nadie esté obligado a hacerlo todo bonito. Fekir también presiona, Canales cierra espacios y Borja Iglesias se asemeja a ese ariete que ya no sólo ejerce de ariete. Hay sueños multiplicados en Heliópolis. Y todos ellos pasan por desafiar al Barcelona en otra batalla de ensueño.