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Después de los primeros partidos de la Selección en los años veinte, se le apodó La Furia Roja. Fue un periodista italiano al disputarse el primer encuentro entre las selecciones de España e Italia. Era un equipo duro, valiente y con hambre, liderado por Ricardo Zamora. Luego, con los años, parece ser que perdimos un poco de garra y ya pasamos a ser solo La Roja, como la selección de Chile, los Reds del Liverpool o los Red Devils del Manchester United. Nos costó llegar a la gloria pero cuando lo hicimos, maravillamos a todo el mundo.

La Selección femenina ha tardado menos tiempo, pero con mucho más esfuerzo. Malas condiciones para prepararse, enfados, disgustos, castigos… no sé como lo han hecho, pero lo han conseguido: campeonas del mundo, de la Nations League, clasificadas para las Olimpiadas de París y claras favoritas. No solo con furia, sino con excelencia. Juegan de una manera exquisita, y no dependen de una jugadora u otra. Esté quien esté rinden al 100% porque ganas de demostrar que son las mejores no les faltan. Piden atención a gritos, quieren ser más escuchadas, más vistas y sobre todo necesitan el cariño de la afición. Aitana lo decía antes del partido frente a Francia: “Siento que ganar un Mundial no ha servido de nada”. Yo creo que sí, a la gente que nos gusta el fútbol disfrutamos mucho con ellas. Es cierto que a veces desearíamos despertarnos nerviosas el día del partido por no saber qué va a pasar pero son tan buenas que esa parte de emoción que nos atrae tanto del fútbol la perdemos. No es culpa de ellas, es el nivel que hay actualmente. Es una pena porque equipos como Alemania, USA o Países Bajos, que siempre han tenido más prestigio y han estado por delante de nosotras, se han caído. Incluso el México del español Pedro López le saca los colores a una Estados Unidos repleta de estrellas. En cuanto los equipos se han trabajado un poco más, se han ordenado tácticamente y preparado físicamente, muchas selecciones se han igualado. Ahora la diferencia la marca España, que además de eso tiene futbolistas de una calidad técnica superior al resto. Vamos a dominar el fútbol durante unos cuantos años con una generación que es madura pero no mayor, todavía le quedan años. Y lo mejor, las que vienen de abajo son incluso más buenas.

Es una pena que en nuestra Liga no se haga un esfuerzo mayor por elevar su nivel y evitar que las mejores futbolistas se marchen a otros países porque al final repercutirá en nuestra Selección. Desde que Milene Domingues llegó al Rayo en 2002, batiendo el récord de un traspaso pagado a una futbolista, han pasado 18 años. Fue ya en 2020 cuando Pernille Harder lo rompió. Sin embargo, en los últimos 18 meses, el récord de traspasos se ha batido tres veces y dos en pocos días. Lo peor, que no hemos comprado, hemos vendido y se han marchado dos de las mejores jugadoras de nuestra competición. Algo está pasando, al menos en otras ligas.

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