La FIFA y la UEFA deben expulsar a Israel
No les tembló la mano para sacarle tarjeta roja a Rusia cuando comenzó su agresión a Ucrania.

A partir de este jueves los máximos organismos del fútbol mundial arbitran un partido que puede dejar a los clubes israelíes fuera de las competiciones europeas y a la selección nacional fuera de la clasificación para el Mundial de 2026. En un lado del campo, el clamor mundial contra la presencia de Israel y las protestas que hemos visto en muchos estadios durante el último año; en el otro lado, el país que está llevando a cabo el genocidio de la población palestina en Gaza.
Desde su fundación, en 1948, la Asociación Israelí de Fútbol jugó en la Confederación Asiática de Fútbol; algo geográficamente lógico. A mediados de los 70 fue expulsada por la presión de los países árabes y buscó hueco en la Confederación de Oceanía hasta que en 1991 la UEFA le abrió la puerta. Tres años después, Israel se convirtió en miembro de pleno derecho de la UEFA.
Aclarada la razón de por qué Israel y sus clubes juegan en Europa, pasemos al ataque. Como parte de su ocupación ilegal del territorio palestino, Israel ha seguido expandiendo asentamientos ilegales en Cisjordania. Y el fútbol contribuye a ello, con al menos seis equipos que juegan ligas israelíes pero que tienen su sede en asentamientos. La Asociación Israelí de Fútbol facilita los abusos, ya que ofrece oportunidades comerciales y actividades deportivas que incentivan a civiles israelíes a trasladarse a asentamientos en el territorio ocupado ilegalmente.
El argumento legal es claro. La participación de equipos procedentes de asentamientos ilegales en las ligas israelíes está en contra de los propios estatutos de la FIFA, cuyo artículo 64.2 establece que “las federaciones miembro y sus clubes no podrán jugar en el territorio de otra federación miembro sin la aprobación de esta última”. Amnistía lleva tiempo pidiendo a la FIFA que obligue a la Federación Israelí a excluir a los clubes de los asentamientos y que sea expulsada si no es así.
Hasta ahora, ni la FIFA ni la UEFA han tomado medidas significativas. Pero parece que algo se mueve en los despachos: en la final de Supercopa de Europa, que enfrentó al PSG y al Tottenham, la UEFA desplegó una pancarta con un claro mensaje a Israel: “Dejad de matar niños, dejad de matar civiles”. Primer aviso y tarjeta amarilla.
Con la amenaza de la expulsión, este mes Israel tiene previsto jugar contra Italia y Noruega buscando su clasificación para la Copa Mundial de 2026. Para estos días UEFA y FIFA han anunciado reuniones en las que se abordará esta cuestión. Está en sus manos sacar la segunda amarilla y expulsar a Israel. No les tembló la mano a la hora de sacarle tarjeta roja a Rusia cuando comenzó su agresión en Ucrania. En Amnistía Internacional queremos que tampoco les tiemble ahora con Israel y le muestren el camino de los vestuarios.
Noticias relacionadas
Carlos de las Heras, responsable de deporte y derechos humanos en Amnistía Internacional España.
¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí






Rellene su nombre y apellidos para comentar