La culpa ahora es de De Jong
Si Frenkie de Jong no se marcha, si no acepta la oferta del Manchester United, no se podrá inscribir por el momento a Kessie, Christensen y a Sergi Roberto. Curiosamente, diversos medios se confabularon para publicarlo al mismo tiempo porque Laporta hasta ayer, mientras presentaba a Raphinha que vaya a usted a saber cómo podrá ser inscrito, afirmó: “No es cierto que el club se vea obligado a vender a Frenkie”. Tal cual. Y así es como se construye un relato a medida para intentar seguir quedando bien: por un lado se filtra para presionar al jugador a que se vaya y por el otro se niega. No cuela.
De Jong está señalado. Resulta que la palanca era él y si se queda, que es una de las opciones porque el United no juega la Champions y él está —estaba al menos hasta hace dos días— a gusto en el Barça, se convertirá en un problemón por culpa de la masa salarial que ahoga al club y en el año y medio que han tenido Laporta y compañía la gran solución que han encontrado es venderle a un equipo que no quiere.
Al mismo tiempo, en cada presentación del fichaje de turno el presidente insiste en el eslogan de que todos eran culés desde pequeñitos, incluso Dembélé y su agente que han toreado al Barça con el mundo de testigo. La implicación, el amor por los colores, por la historia, por lo que representa la entidad, los sentimientos, dicen que son la clave. Y no cuela. Porque si fuera así no se estarían comportando con De Jong de esta manera, poniéndole a los pies de los caballos y hasta planteándose dejarle fuera de la gira por Estados Unidos.
Si la referencia es Dembélé (al que el director de fútbol Mateu Alemany quería cargarse en enero, pero siguió jugando y acaba de renovar con el entusiasmo incorporado de Laporta), De Jong podría apalancarse, no bajarse un euro el sueldo que tiene firmado por contrato y lo mejor de todo es que es muy probable que sería titular con Xavi. Pero la culpa de todo lo demás sería suya. Y de Bartomeu, claro. De los que dirigen y se supone que planifican ahora, nunca. Y no cuela.