La Copa, fuente de alegrías
Podemos hablar de varios legados de la aventura de José Mourinho al frente del Madrid. No hay que olvidar, por ejemplo, que fue el técnico portugués quien trajo a Luka Modric bajo las sospechas y risitas de algunos. Sin embargo, lo mejor que hizo el Special One fue devolver al madridismo el interés por la Copa del Rey. Un trofeo que había sido, hay que reconocerlo, un poco menospreciado por el club y sus aficionados. En aquel año 2011 en que el Barça de Guardiola lo dominaba todo, la victoria en la final en Mestalla (con gol de Cristiano) frente a esos supuestos “intocables” había regalado una alegría casi comparable con un triunfo en Champions. ¿Y qué decir de la final de 2014 con Bale y Bartra como protagonistas? Cualquier amante del fútbol recuerda aquella indomable carrera del galés y cualquier madridista todavía sonríe por ello.
Esta noche no estará el Barça sobre el césped del estadio de La Cartuja sino un valiente Osasuna que ha llegado hasta ahí con todo merecimiento. Pero la motivación de los jugadores del Madrid debe de estar muy por encima del nombre del rival porque, más allá del triunfo que ayudaría a que Carlo Ancelotti siga en el banquillo la temporada que viene, el madridismo, triste por la abominable Liga, necesita una alegría grande. Ver a Benzema levantar el trofeo en la noche sevillana será realmente bienvenido.