La Champions no entiende de dinámicas
Los grandes en la Champions. Es sonar el himno de la Champions y los equipos grandes sacan los colmillos, no puede ser de otra manera. Por eso, la dinámica, el estado de forma y cuestiones similares tienen poca o ninguna influencia sobre lo que puede pasar en eliminatorias como la que enfrenta a Real Madrid y Liverpool. El Madrid tuvo éxito en el curso pasado por varias cuestiones, una de ellas, casi la más importante, fue estar en alerta máxima cada eliminatoria, cada partido y casi cada minuto; no dando nada por sentado, ni sintiéndose superior a nadie, más bien al contrario.
Un Liverpool a la baja. La temporada de los reds no es buena y lo que sí puede afectar es que algunos de sus futbolistas importantes están recién de regreso al equipo, después de superar diferentes lesiones. También el hecho de los cambios en la plantilla y algunos hombres que no están disponibles que condicionan la forma de jugar. Mané ha sido una baja que les ha hecho mucho daño. El delantero senegalés era capaz de hacer daño en espacio reducido y en los grandes, se activa como nadie en la presión tras pérdida y su dinamismo hace muy complicado marcarlo con eficacia. Luis Díaz es peligroso con el balón al pie, pero le cuesta manejar el espacio y, tanto Darwin Núñez como Gakpo son más llegadores a zonas de remate que conductores y, sin duda, mucho menos explosivos e impredecibles que Mané. Esto ha provocado que el caudal ofensivo sea inferior, a mi parecer, que en temporadas anteriores.
La ausencia de Thiago en la medular. Otra baja que puede marcar el estilo es la de Thiago. El español le da la pausa, la horizontalidad, el giro de juego y el pase entre líneas, función que podría realizar Bajcetic, si Klopp le da la oportunidad en un partido de esta envergadura. Para el Madrid, las opciones pasan por ser fiable en ese bloque medio-bajo que tan excelente resultado dio en la pasada temporada y que los corredores, como Vinicius, Valverde, Benzema y/o Rodrygo, puedan dañar a una defensa a la que ha regresado Van Dijk, futbolista que marca la altura a la que se defiende. Ese emparejamiento que se producirá entre Vini y Alexander-Arnold puede ser una de las claves. Un velocista imparable contra el peor defensor de los de la ciudad de Los Beatles. No se debe cansar el Real Madrid de castigar ese duelo.