Opinión

La carpeta electoral de Joan Laporta

Laporta en once horas de asamblea pasó de citar la Epístola de San Pablo a los Corintios a dar cera a Gil Manzano y repasar a la oposición.

Joan Laporta.
GORKA LEIZA
Santi Giménez
Nació en Barcelona en 1968. Estudió Ciencias de la Información y Filosofía. En 1988 entró a trabajar en la revista Barcelona Olímpica, en 1990 en el diario Las Noticias. Tras cerrar ambos medios se incorporó al Diario de Barcelona en 1990, que no cerró hasta 1994. En 1994 entró en SPORT. Se incorporó al Diario AS en 2010, donde es Subdirector.
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Es tan difícil explicarle a alguien la Asamblea del Barcelona como encontrar otro club en el mundo que sea capaz de sentarse ante sus socios -ni que sea de manera telemática- para exponerse durante once horas al examen del compromisario. A eso ayuda indiscutiblemente la capacidad oratoria de Joan Laporta, un presidente que es capaz de: Después de once horas de asamblea hacer una despedida de más de 20 minutos recitando y agradeciendo con nombres y apellidos a los ejecutivos del club demostrando que se sabe la entidad de memoria; que es capaz de aceptar que Gaspart le diga que le detestaba y salir airoso del embate y convertir al Amic Joan en un furibundo laportista/presidencialista; además puede hablar del Spotify Camp Nou, de la grada de animación y encima citar la Epístola de San Pablo a los Corintios. Y hay más, reiteró que su tesorero es un tesoro después de que éste dijera que en el Barça es más fácil explicar “lo que tiene que pasar que lo que ha pasado”, frase que debería de entrar en el Museo del club. Y si quieren algo de propina, cuando la asamblea ya languidecía y sólo la seguían los muy cafeteros, le atizó a Gil Manzano por el arbitraje ayer al más puro estilo Núñez recordando que este domingo toca visitar el Bernabéu. Sólo le falto decir que “aquí siempre sale el 36”.

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Pero más allá de la pirotecnia, el mensaje estaba claro. Habló en clave electoral y su discurso de informe presidencial fe el primer mitin de campaña. Se centró en los “pedantes y sabiondos que representan el dicho que no hay más ciego que el que no quiere ver” en clara alusión a la oposición que, como dijo Laporta ayer ni compareció porque “ni está, ni se la espera”. La mayor crítica que recibió fue la de un socio, el señor Careta, para la junta, señor Carpeta, que en un discurso de once minutos afeó la gestión de Laporta, que sin inmutarse, siguió con su carpeta electoral.

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