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La ansiedad de ayer y de hoy

Si buscas en Google Bojan renuncia a la Eurocopa” todavía siguen ahí las noticias en el historial del buscador. 14 de mayo del año 2008: “El joven delantero del Barça ha solicitado a Luis Aragonés que no le llame para la cita de Austria y Suiza por “motivos personales”, glosan aquellas noticias. Después llegaron los insultos en algunos estadios. Claro, un chaval jovencísimo del Barça que renuncia a ir con la Selección: blanco y en botella, no quiere. El motivo de la renuncia, en realidad, era bien diferente. Bojan Krkic rechazó ir a aquella Eurocopa por sus problemas de ansiedad, un mareo constante y abrumador que nunca se disipaba. Cuando le convocaron contra Francia, en su debut internacional, no se adujeron problemas personales, pero sí una gastroenteritis. También era falso, también había tenido problemas de ansiedad. Y también siguen ahí las noticias publicadas: “El jugador estuvo toda la noche con vómitos y diarrea. Ahora mismo no tiene fiebre, pero se le va a someter a un tratamiento de hidratación para recuperar líquidos”.

Era el año 2008 y si de salud mental se hablaba poco, de salud mental en el fútbol directamente no se hablaba. Bojan encarnaba el sueño de cualquier futbolista joven: un debut fulgurante con 17 años en el primer equipo, Champions sin ni siquiera ser mayor de edad, titulares que le comparaban con Messi y le ponían la etiqueta del nuevo Leo, convocatorias con la Selección. La gran promesa. El niño prodigio. ¿Quién en su sano juicio no iba a desear eso? Así que, cuando las expectativas no se cumplieron, se habló de su caída inesperada como Constantinopla en manos de los turcos.

Ahora que Bojan ha anunciado su retirada del fútbol, vale la pena echar un vistazo al pasado para analizar cómo se ha evolucionado en salud mental en el deporte. A día de hoy la ansiedad forma parte de la conversación nacional, muchos clubes tienen psicólogos deportivos en sus plantillas, se entiende mejor que un entorno implacable pueda desgastar a los jugadores, especialmente a los más jóvenes. Pero, ¿se seguirán enmascarando las ansiedades bajo otras dolencias como las gastroenteritis? Puede que sí. Y aquí está un factor muy importante de la ansiedad: también se combate hablando de ella, igual que se habla de una rotura de un abductor o de una lesión de rodilla.