Julián Alvarez para superar la morriña de 2014

El Arsenal tiene la mejor defensa del momento en Europa y el Atleti, a falta de un partido redondo a domicilio, maneja uno de los ataques más ricos en cuanto a calidad y variantes. Hace no tanto, esta frase no tendría ningún sentido porque sería todo lo contrario. El muro sería igualmente rojiblanco, pero madrileño. Pero incluso el Atlético cambia. Simeone ya se toma a guasa cuando le hablan de que dirige a un equipo defensivo y no solo las estadísticas, sino cualquiera que se ponga un partido entero de los rojiblancos, ve a un bloque más capacitado para morder arriba y atacar que para resguardarse como antaño. Sin ir muy lejos, el 1-0 ante Osasuna fue una rareza, porque lo que ocurrió en el campo apuntaba a otra cosa y porque es el primer triunfo unocerista, lo que hace no tanto era la fórmula mágica del cholismo.

Simeone y Julián aparecieron ante los medios sin piel de cordero ante el reto de esta noche. El míster habló de identidad y también de evolución, mientras evocaba con morriña a aquel Atleti de 2014. La Araña, a quien no le impresionan los campos de la Premier, sabe que es el líder en el campo, aunque todavía le ruborice verbalizarlo en público. Y si el Arsenal saca brillo al balón parado con el golpeo de Declan Rice y Saka (¡7 goles de córner en 8 jornadas!), el Atleti tiene a Julián con un guante en el pie derecho, un catálogo de faltas enviadas con música a la red y muchas ganas de tumbar el muro gunner.

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