Jornada de reflexión en Balaídos
Galicia reflexiona sobre su futuro y el Barça, sobre su presente. Las elecciones de mañana tienen también su metáfora futbolística. El PP en Galicia es como el Madrid, siempre gana en casa aunque sea en el último minuto (léase voto exterior) hasta que un día salta la sorpresa en el Bernabéu. Mientras los gallegos cavilan antes de ir a votar, en Balaídos se cruzarán distintas inquietudes. El Celta aspira a salvar ese atávico fatalismo galaico que anuncia todos los males el año de su centenario. El Barça aguarda que se remansen las aguas a la espera de una transición tranquila al post xavismo.
Precisamente en plena Transición decía el genial político gallego Pío Cabanillas que ahora lo urgente es esperar. Lo del aún no se sabe quiénes vamos a ganar que soltó a un periodista ante las urnas es ya para un máster. El Barça es como esa bicicleta en la que no puedes dejar de pedalear si no quieres caerte. Con el rabillo del ojo mira el acecho del Athletic Club para conservar el puesto de Champions ya que al Madrid no le van a pillar ni echándole unos galgos a la carrera. Sin dejar de pedalear el otro ojo lo tendrá en Nápoles, aunque aspirar al cetro europeo es tan quimérico como dar caza al Madrid en Liga. El caso es seguir pedaleando de ronda en ronda sin caerse mientras se reflexiona. Eso es lo urgente.