Irreductible Palma Futsal

En el fútbol sala, la aldea de los irreductibles galos de Astérix está en Palma. Desde allí, desde hace años, se hace frente con modestia, mucho trabajo y mucha planificación a clubes de todo el mundo sostenidos por equipos de fútbol a los que no les importa destinar bastante dinero a sus ‘hermanos pequeños’ (véase Barça, Sporting o Benfica), potentes empresas que han creado un vínculo sólido con determinados clubes (léase Movistar Inter o ElPozo aquí) o estructuras montadas a golpe de talonario en países como Azerbaiyán (Araz) o Kazajistán (Kairat Almaty). El Palma Futsal, en un hecho insólito, domina internacionalmente mientras en casa aún no ha logrado ganar un título. Un caso digno de estudio para alguna universidad. Les pone la Champions (27 partidos seguidos invicto y tres títulos). O la Intercontinental, en la que no se cansa de levantar el trofeo de ‘rey del mundo’. Hoy, por tercera vez también ante un público al que ha fidelizado en una isla con mucha competencia deportiva y de ocio. Cosa que no es nada sencilla.

Cuando se le pregunta a José Tirado, el director deportivo, por el milagro, contesta socarrón: “Pagamos con gloria, como el Madrid”. Y es que en España, el Palma Futsal tiene el sexto o séptimo presupuesto de la liga. Son un equipo trampolín, al que todos los años le birlan estrellas (siete salieron tras la primera Champions y seis este curso, entre ellos Neguinho al Barça), pero siempre tiene recambios preparados por un scouting a años vista. Todo, con el pegamento de Antonio Vadillo, reconocido como mejor técnico del mundo. Él y Tirado tienen la poción mágica de los galos de Palma, tan exitosa como la fórmula de la Coca-Cola.

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