Hay que cuidar a Modric

No se puede tratar a todo el mundo de la misma manera. Un aspirante a leyenda del Madrid no debe recibir el mismo trato que un recién llegado. La igualdad es un principio esencial, pero necesita matices para asegurar la justicia. Por ello, Carlo Ancelotti tiene por delante una tarea tan importante como complicada: cuidar a Luka Modric. No conozco a nadie dentro del madridismo que no le tenga afecto al genio croata y que quiera verle sufrir en el banquillo. La mejor manera de devolverle la sonrisa sería darle de nuevo la titularidad en cada uno de los partidos, pero todos sabemos que eso es claramente imposible. Ya no tiene la resistencia física para jugar cada tres días y su maravillosa e intacta técnica no compensa el paso de los años. Sin embargo, es terrible que no haya disputado ni un solo minuto de los dos últimos encuentros.

Es evidente que Carletto tiene en cuenta la difícil situación de Modric pero es el primero en saber que tienen que jugar los que mejor están y que poner sobre el césped a alguien por su glorioso pasado puede tener consecuencias negativas dentro del vestuario. No sé cuál es la solución, pero confío en la mano izquierda del entrenador, en la inteligencia del jugador y en el corazón de ambos. Porque no quiero ver a Modric irse a Miami en el próximo invierno, por la puerta de atrás y con resentimiento en el alma.